La IA representa una de las técnicas más sencillas de la Reproducción Asistida, y en muchos casos supone la primera opción de tratamiento.

Básicamente consiste en la introducción artificial de esperma previamente seleccionado en el laboratorio, en el momento de máxima fertilidad en la mujer (ovulación). En muchos casos, la ovulación se consigue estimulando suavemente los ovarios con medicación, para conseguir asegurar el desarrollo y rotura de 1 ó 2 folículos que liberarán el óvulo.

Generalmente, la IA se realiza cuando existe un problema ovulatorio, o un descenso significativo en la producción de esperma así como baja movilidad espermática. Además, es importante que al menos una de las trompas de falopio esté permeable.

Hoy día, el uso de la IA ha descendido considerablemente respecto a hace unos 10-15 años, debido sobretodo a las bajas posibilidades que ofrece (en torno a un 10-15% por inseminación), siendo reemplazada por la Fecundación in vitro, la cual ofrece mayores posibilidades de gestación.

Según datos del Registro SEF 2016, en España se realizaron un total de 36463 ciclos de inseminación, tanto con semen de la pareja como con semen de donante.

Datos globales de ciclos de IA realizados en España (Fuente: Registro Nacional de Actividad 2016- Registro SEF).