La ICSI es una técnica de laboratorio ampliamente utilizada en todo el mundo. Permite garantizar la fecundación, al microinyectar un espermatozoide previamente seleccionado, en el interior de un ovocito.

Normalmente, 8 de cada 10 óvulos maduros inyectados muestran signos de fecundación. La calidad del óvulo y del espermatozoide influyen en gran medida en el éxito de la ICSI.